jueves, 25 de junio de 2009

Pensé que ya sabias que dos cuerpos no son el amor; maldigo esa mentira. No me esperes en tus sueños ni me pidas con tus celos lo que no te quiero dar. No te enamores de mí, sólo mi cuerpo esta acá. No te engañes! Voy persiguiendo sin fin el corazón que perdí. Sólo puedo lastimarte y mañana hasta tu nombre será fácil de olvidar. No quise jugar con tu ilusión, pensé que entenderías que la noche muere con el sol; que hay noches que se olvidan. No pretendas que tu mente haga como que comprende lo que no puede dejar...

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el perfume que lleva al dolor