Pero al final las que parecíamos iguales nos convertimos en distintos, y las que alguna vez habíamos sido inseparables, nos pudimos separar. Eso sirve para darse cuenta que nada es infinito, por eso hay que disfrutar cada año, cada mes, cada hora, cada minuto, cada segundo, cada centésima. Porque lastimosamente, no se repiten. Es ahora que te extraño como a nadie en este mundo y me doy cuenta que la palabra 'somos inseparables' era nuestro mayor parentesco. Dejemos de vivir apurados y pongámonos a pensar en las cosas que dejamos pasar.
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