jueves, 17 de febrero de 2011

Así, la que hasta ayer te esperaba despierta, te cambia la cerradura;

La que te esperaba dormida, se compra portaligas;

La que veía siete telenovelas, se anota en siete cursos;

La que manejaba una empresa, se quiere ir a vivir a una carpa;

La que cuidaba a la suegra como a una madre, la interna en un geriátrico;

La flaca, se pone hecha una vaca y la gorda, baja veinte kilos.

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el perfume que lleva al dolor