miércoles, 15 de septiembre de 2010

Uno termina volviendo a la realidad, después de pasar diez días de fantasía. La rutina apesta peor que antes. Días de descontrol ... el levantarse temprano dejo de ser una molestia, para empezar a disfrutar un nuevo día soñado, el desayudo malo o bueno, terminaba siendo un encuentro entre todos. Cansada o no, disfrutaba como si fuese el ultimo viaje de mi vida. Deje de ser histérica por un rato y empecé a gastar mis energías pensando en el momento que estaba pasando y olvidandome un poco de los tantos problemas que contractura mi cabeza. De vos Bariloche no hay nada que decir, fuiste y seras un viaje de sueños y de alegrías (admito que te extraño).

No hay comentarios:

Publicar un comentario

el perfume que lleva al dolor