jueves, 17 de febrero de 2011




Cuando tienes cinco años: lloras por tu mamá.
Cuando tienes doce: Por ser mujer; y el dolor de ovarios.
Cuando tienes quince: por tu novio.
Cuando tiene treinta: por el sueldo.
Cuando tienes sesenta: Por que se te acaba la vida, y derrochaste tiempo en complicartela.

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el perfume que lleva al dolor