lunes, 22 de marzo de 2010

Tuve que faltar a clases, un imprevisto del día viernes llego a mi vida. ¿Seguir mi vida normal?, pero por supuesto que ¡NO!, no puedo permitir eso de mi propia vida de diecisiete años (jamas). Me levante literalmente tarde, por que a las nueve de la mañana un día de semana, sabiendo que empezaron las clases, es literalmente tarde. Colectivo hasta ramos ... Blablabla. Estuve menos de quince minutos en el dentista, ¿me podes decir que mierda hice para faltar a clases?. Lo mejor de la mañana es que un libro me sorprendió en la vidriera y me lo compre, ¿y lo peor de la mañana?, es que llevo treinta hojas y no se me movió ni un pelo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

el perfume que lleva al dolor