jueves, 14 de enero de 2010

Con un margen de error muy pequeño, podemos decir que hay algo en claro en todo esto y es que ¡les pasa a todos! En verano, en la playa y más ligeritas de ropa las muejeres nos volvemos como bombones helados que refrescan la vista a todos los hombres de su alrededor. Tu chico estaría mintiéndote si te dice que no ha visto a esa chica de la barra con minifalda y una larga melena rubia. Aunque no le hayas visto mirar, ¡seguro que lo ha hecho por el rabillo del ojo! Parece entonces, algo de instinto. El hombre necesita tener fichadas a todas las féminas que hay a su alrededor, las conozca o no, y esto puede ser uno de sus instintos más primitivos. Eso sí, ten en cuenta estos tres tips para no perder el norte:

1 El que se fije en otra no significa que quiera ponerte los cuernos. De ahí que ni haya reparado en tus celos.

2 ¿A que instintivamente levantas la vista cuando alguien te llama por tu nombre? Pues él reacciona de idéntica forma cuando ve unos pechos bonitos.

3 Tal vez esté empleando el viejo truco: al principio, mira a otras de forma descarada. En cuanto te quejas, se disculpa y para. Pero, en realidad, pretende que bajes la guardia para que no notes que se las sigue comiendo con los ojos.

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