viernes, 5 de marzo de 2010

Un ultimo finde semana, sin saber que para el lunes, hay cosas que hacer. Ni me fastidia que tenga que empezar mi día dentro de un loquero, ni me hace bien. Disfruto de esos días, como si fueran los únicos, la paso bien, tengo un buen compañero de banco (lo ecencial). Y hasta diría que muchas veces muero por ir, para despejar mi mente en otra cosa. No resulta ser un castigo para mi vida, lamento no conisidir con el noventa% de la gente.

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el perfume que lleva al dolor